Usos Gastronómicos del Vino

El vino tiene tres usos principales en la cocina: como ingrediente para marinar, como líquido para cocinar y como saborizante en el plato terminado.


La función del vino en la cocina es intensificar, realzar y acentuar el sabor y el aroma de los alimentos, no enmascarar el sabor de lo que se está cocinando, sino fortificarlo.


Al igual que con cualquier condimento utilizado en la cocina, hay que tener cuidado con la cantidad de vino que se utiliza: demasiado poco es intrascendente y demasiado será abrumador. Ninguno de los dos extremos es deseable.  Una pequeña cantidad de vino realzará el sabor del plato.


El alcohol del vino se evapora mientras se cocina la comida, y sólo queda el sabor.  Al hervir el vino se concentra el sabor, incluyendo la acidez y el dulzor.  Hay que tener cuidado de no utilizar demasiado vino, ya que el sabor podría sobrecargar el plato.


Por supuesto, el último uso del vino es simplemente beberlo, y estoy seguro de que todos estamos familiarizados con este uso específico.